lunes, 24 de mayo de 2010

Sueños Guajiros...

-Toc, toc
-¿Quién es?
-Amm, soy yo.
-¿Yo? ¿Quién eres?
-Soy yo, es que creo que deje algo en tu bolsillo.
-¿En mi bolsillo? ¿De qué hablas? Hace mucho tiempo que yo ya no tengo nada tuyo.
-Te equivocas, estoy segura de que lo deje ahí. Sólo que quizá no te has dado cuenta. ¿Me dejas pasar?
-No necesitas pasar, ahí estás bien, ¿qué es lo que dices que tengo en mi bolsillo?
-Prometiste cuidarlo hasta el final. Yo también quiero cuidar el tuyo, pero no me dejas siquiera pasar.
-¿De qué me estás hablando? No tengo todo el tiempo del mundo.
-Lo sé, yo tampoco y eso es lo que me preocupa, cada sesenta segundos que pasan es un minuto que jamás podremos recuperar, y quien quita y al final nos haga falta...
-Me parece que no estamos hablando de lo mismo
-Lugar común en nosotros. Y probablemente mi culpa, lo siento.
-¿Ya me dices que veniste a buscar? Aún no encuentro lo que se supone está en mi bolsillo. ¿Hace cuánto que está aquí?
-Lo suficiente, te lo di sin darme cuenta, creo. Supongo que fue hace tanto que por eso tampoco tu te acuerdas.
-Pero, ¿qué es? Venga no me dejes con la duda.
-No pues si no te quiero dejar con la duda, es cosa de que tu me lo des. Si me lo quieres dar, y si no, me encantaría que te lo quedarás por siempre.
-Bueno, mujer, ¿quién te entiende? ¿No qué venías por eso, muy decidida, y no sé qué tanto?
-Nunca estuve decidida, pero me acabo de dar cuenta que mejor cuidado no va a estar en ningún otro lugar.
-Ah, ya sé de que me hablas. Ven, pasa, abrázame, déjame verte bien. No, nadie va a cuidar mejor tu corazón que yo.

No hay comentarios: