domingo, 18 de enero de 2009

Y de repente, despertó...

Había estado soñando por mucho tiempo, se le antoja medio año, o más. Había sido un bujarrón, y con un festejo morganático, se había unido a una valquiria. Fue rey y fue dios. Y estando en la cima, se cayó de la cama. Tres veces rodó por el suelo.
Mas no se despertó. Tenía el sueño pesado. Oyo gritos, vio inconformidad, se sintió incompleto y de pronto deseo más. ¿Más? ¿Más qué? Más dinero, mejor puesto, horarios más justos y un año sabático. Se vio rodeado de personas que sentían lo mismo, era un esquirol. Pero, no sabía a que hacía huelga. Él no trabajaba o por lo menos, nunca antes lo había hecho. Al parecer, se le hacía tarde pues sonó su despertador. ¿Quién lo puso? Igual se levantó, acicaló su cama, hecho a volar su lacónica mente y criticó sus sueños fuera de lugar. Pero, alto, seguía soñando.
Entonces, soñaba que soñaba. Soñaba que vivía. Vivía en sueños que soñaba. Una hermosa mujer se le acercó. Su cara irradiaba paz, llevaba un manto azul sobre la cabeza, una túnica blanca y un niño entre brazos. -La fe es el camino- le dijo- la hermenaútica no es necesaria. ¿Herme.. qué?
Se echó la almohada en la cabeza. Muchas veces lo habían acusado de narcisismo, quiero decir, sus sueños lo acusaban. Y tanto lo acusaban, que lo acosaban y entonces, le causaban tortícolis. Palabra que era pronunciada por su médico, remarcando sobremanera el acento y poniendo voz de rata.
¡Pero qué digo! Se me está haciendo tarde para decirles, que un día, después de muchos sueños, despertó.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿morganático?
¿hermenáutica?
¿tortícolis?
¡¡¡definitivamente yo conozco esas palabras!!!
¡¡¡me suenan a unas divertidas clases de español!!! ¿o qué dices?

Karen dijo...

Pues clases de español sí son.. pero, ¿quién eres tú?