Digo, ¿a quién no le ha pasado que se encuentra con un vestido que al parecer sólo esperaba por ti? El color, el preferido. El corte, perfecto. O sea, hasta cuesta exactamente lo que traes en la cartera.
O, ¿qué tal con los zapatos? Y los bolsos y los dulces. Ah, y las palabras. Además, de los perros. Y es que el perro, más que una mascota se ha vuelto un adorno. Laps y cámaras entran en la categoría de cosas que entran en la vida por casualidad divina. Bueno, ¡si hasta uno que otro crush!
Por cierto, el título son palabras de Violetta, pero esa frase fue también de la categoría.